Cuando crees que no puedes querer más a alguien, reparas en momentos que te empujan a dar un paso más. Y se puede dar, a pesar de que cada paso te lleva, a veces, a sentirte más lejos aún.
Mirar, sonreír, querer. Intentar disfrutar, aunque el jeroglífico se antoje imposible de resolver. Es fácil decirlo...
Fotografía: Mario Muñoz
Plaza de las Monjas. Septiembre 2013.
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