sábado, 21 de enero de 2012

Estable

Sevilla. Febrero. 1994. 8:15 p.m.

- Tengo que entrar a verlo, ¿Le han dicho algo?


- No. El médico ya se ha ido. Tendrá que esperar hasta mañana. Aunque le hemos dado un tranquilizante, mejor no le diga nada.


- ... Bueno ... de acuerdo...


Las piernas me temblaban cuando entré a ver a mi padre a la sala de observación del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla. Había ingresado allí la noche antes. Angina de pecho. Ya no le dejaron salir:


- Tendrá usted que quedarse aquí esta noche, Sebastián.


Minutos antes, los dos habíamos dado un beso de buenas noches muy especial. Y tanto. Mi padre aún no sabía que justo ese sería el último beso que le daría a su mujer. Mi madre. Loli.


Me llevaron a casa. Maldita sensación, aún hoy revivida, dejar allí a mi padre, en observación, mientras mi madre esperaba la llegada de las 8 de la mañana, unas plantas más arriba, en el mismo hospital, para una operación de corazón.


Recuerdo el momento reflejado en el inicio de esta entrada, como uno de los más duros de mi vida, si no el que más. Me disponía a entrar en la sala de observación del citado hospital, unas cinco horas después del fallecimiento de mi madre en la UCI, tras una operación de corazón interminable y cuyo fatal desenlace jamás pude siquiera intuir. Y me acababan de decir que mejor no le dijera nada a mi padre. Yo tenía 24 años.


Entré en la habitación. Estaba despierto... Y ansioso por noticias. Me acerqué, le di dos besos y me senté a su izquierda.


- Hola, papá.


Dije, sonriendo, mientras cogía su mano.


- ¿Cómo está mamá?


- Está... bien... estable...


- ¿Estable?¿Qué coño es estable?


- No sé, papá. Estable... Recuperándose... Los médicos dicen que está estable...


- Pues tú tienes los ojos muy rojos. ¿Qué te pasa?...


- ¡Qué me va a pasar, papá!¡No he dormido casi nada esta noche!... Estoy muy cansado. Pero no pasa nada. Luego descansaré y listo...


Esa conversación, tan breve como desgarradora, viene a mi de vez en cuando desde hace casi 18 años. A decir verdad, no recuerdo nada más de aquella corta estancia con mi padre. Sólo su mirada desconfiada y temerosa. Creo que tuvimos poco tiempo adicional. Le daría otros dos besos, un abrazo... Y saldría de la habitación. Luego, otros familiares, en el exterior, me preguntarían...


Cualquiera puede imaginar los días sucesivos. Muchos los habréis vivido. Yo, hoy, sólo quería traer a ésta, mi primera publicación, aquella sensación que, hasta el momento, sólo había compartido con no más de cinco personas.


Aún hoy, las palabras de uno de los cardiólogos que le hicieron pruebas a mi madre, previas a la operación, martillean mi mente: "... Esta operación... depende del artista...". Nunca interpreté esas palabras en su justa medida. Nunca, hasta el fallecimiento de mi madre.

43 comentarios:

  1. El artista eres tú.

    Gracias por compartir esta historia que no es nueva para mí, pero no por ello menos dolorosa.

    Me consta que los besos que se quedaron en el tintero se transformaron en el infinito amor por tu familia, tus tres mujeres. Y que aún te sobra para dar un abrazo 'virtual' oportuno y sincero a quien escribe con letra triste.

    Gracias, Mario, por ser.

    Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Al final, Clara, terminas dándote a los demás. Cada vez me cuesta más no concebirlo de esta manera. Gracias por tu bella reflexión.

      Un beso

      Eliminar
  2. Me has dejado sin palabras. Conocía la historia y no puedo evitar que las lágrimas humedezcan mis ojos cada vez que la leo. No conocí a Loli ni a Sebastián, pero sí puedo decir algo: seguro que estaban orgullosos de su hijo: hicieron una muy buena labor. Estoy seguro de que tú continuarás con éxito esa labor de tus padres con dos preciosas muchachitas. Parte de tus padres están en ellas y seguro que cada vez que las miras, ves un gesto de Loli o que deseas que sean tan béticas (y buenas personas) como Sebastián.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mi si que me dejas sin palabras con todo lo que me dices. Gracias Alberto. No te equivocas un ápice. Un abrazo fuerte :)

      Eliminar
  3. Ya hay que ser valiente, AMIGO, para compartir lo que a uno más le duele. Nunca dudé de tu valentía, por supuesto, porque la veo (y también la leo) cada día. Un abrazo.

    P.D.- ¡¡POR FIN INAUGURASTE TU BLOG!! :D

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias querida Espe! Ya sabes lo que pienso... Eres de esas personas que nos hacen querer ser mejores personas... Y eso es una gran suerte para mi. Un abrazo fuerte!

      P.D.: SI!! ... Espero no tardar tanto en publicar una segunda entrada ;)

      Eliminar
  4. Hola Mario:
    No me conoces, pero por mi parte es como si te conociera de siempre. Tus palabras me han hecho recordar otras distintas pero similares . La vida es lo que.es, pero las personas que siempre querremos estarán en nuestro día a día .
    Gracias por las hermosas palabras con que has descrito el dolor y el amor que envuelven un suceso que no muchos entienden

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias. Siempre hay un antes y un después. Y evidentemente, algo se transforma en tu interior, algo que en mayor o menor medida, hace que dejes de ser la misma persona. Un fuerte abrazo ;)

      Eliminar
  5. "He aprendido que escribir, al igual que hablar pueden aliviar dolores emocionales." Jorge Bussio

    ResponderEliminar
  6. Mario, gracias por compartir ese momento tan emotivo para ti. Te hace grande. Te admiro por dejar que otros seamos participes de ese momento. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Quien fue a hablar de grandeza. Un fuerte abrazo, amigo

      Eliminar
  7. Mario, ha sido como estar viviendolo mientras lo leia. No sabes la de recuerdos que me trae esa situación. Te envidio por ser capaz de compartir lo que sientes de esa forma. Ojalá yo pudiera hacer lo mismo. Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Rocío... ¿Y quien dice que no puedas hacerlo? ... Un beso

      Eliminar
  8. Enhorabuena, Mario y gracias. Por el blog, por el artículo, por la manera de contarlo... enhorabuena. Y gracias por compartir tu vivencia, esa tan especial. Ayuda que te recuerden que la vida pasa a veces así de rápido. Y que lo mejor que hacemos es tratar de hacer más felices a los que tenemos más cerca porque nunca sabremos cuándo se irán lejos. Conmovida, te mando un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias a ti, Elena. Es una suerte comprobar que, aunque la vida pase tan veces así de rápido, te depara sorpresas como conocer gente sorprendente y estupenda en muchos momentos. Gente como tú. Un fuerte abrazo

      Eliminar
  9. No quisiera destacar con lo que voy a decirte lo conmovedor del suceso, ni tampoco la calidad o estilo al escribir. Me impacta de "ESTABLE", la verdad. Esa verdad que llevas dentro y has compartido con nosotros, y que sin duda es conmovedora y además escrita con calidad y estilo... pero es secundario.

    Aquí estoy para todas tus verdades.

    Fran Maldonado.
    (miembro de una comunidad, falta de verdad)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Fran por tus palabras. Por gente como tú y tu maravillosa familia, uno es muy consciente de que esa verdad a la que haces referencia nunca es un imposible. Sólo hace falta que nos encontremos y nos miremos un poco más a los ojos. Un fuerte abrazo, amigo.

      Eliminar
  10. Hola Mario, yo recuerdo ese momento, Manolo y yo ,contigo y Maite, cuando fuimos al hospital para veros...y hoy después de 18 años como tú dices , aquí estoy llorando emocionada , con unos lagrimones q tu muy bien conoces. Pero miro atrás y pienso que somos muy afortunados Manolo y yo de haber podido compartir tantas cosas juntas y tantos años con vosotros y los q nos quedan....siempre lo digo, mi hija tiene los mejores padrinos del mundo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué te puedo decir, Sonia... Nos veremos pronto y seguiremos pasándolo igual de bien. Estamos orgullosos de ser los padrinos de María. Y de que seáis nuestros amigos. Un beso, familia :)

      Eliminar
  11. Buenas Mario. me he sentido muy reflejada con estas palabras tuyas, en principio xq en 1994 yo tambien perdi a mi madre. Y luego por esa situacion y experiencia que he vivido estas semanas atras, en las que "recuerdas" que la vida de las personas se pueden ir en cuestion de segundos. Solo decirte con esto que el contar tu experiencia y tus sentimientos hace te sientas mejor y "liberado" de comparti esa tristeza y que tambien sirve para los demas. Aqui tienes otra seguidora. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias a ti, amiga. Si estás en twitter, seguramente yo también te estoy siguiendo ya. Será un placer compartir ratos contigo por ese maravilloso "patio de vecinos". Un abrazo fuerte :)

      Eliminar
  12. Sabes que... no puedo decirte nada? Mil besos

    ResponderEliminar
  13. Amigo, gran amigo Mario: te dije hace tiempo (a modo de cachondeo) que la foto que tenías de perfil en FB me recordaba a la de un novelista y mira por donde, te abres tu blog. La historia que aquí has plasmado, la conocía (a través de mi madre) de forma muy somera. Créeme que la he leído y me he emocionado mucho, me han dado unas ganas tremendas de darte un abrazo muy muy muy fuerte. Gracias Mario, gracias por compartir con los demás tus sentimientos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querido Willy, recuerdo aquello que me dijiste ("Un periodista de éxito") :) ...
      No sabía que conocieras esta historia. Supongo que a través de la familia de Bárbara. Gracias a ti por tus palabras. Qué bueno que nos reencontráramos hace unos años por aquí arriba. A ver cuando podemos darnos ese abrazo... Veinticinco años después. Besos, familia.

      Eliminar
  14. Hola Mario,aunque ya sabia esta historia me haces recordar el dolor y rabia a la vez por no estar informada hasta ultima hora ,cuanto me hubiera gustado haber estado a tu lado en esos momentos tan duros, ahora mismo me cuesta escribirte estoy acongojada .eres el mejor .MUCHOS BESOS TE QUEREMOS.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Antonia. Aunque muchos de los mejores están allí a tu lado. Todos vosotros sois enormes. Y tú, qué decir de ti, guapa. Muchos besos para todos, FAMILIA :)

      Eliminar
  15. Se me saltan las lágrimas. Sin embargo a la vez me hace recordar cómo eran y, entonces, sonrío. Un beso muy grande.

    ResponderEliminar
  16. Yo aún me acuerdo de las meriendas que preparaba tu madre en vuestra casa de ¿La Noria? y de las bromas de tu padre (¿te acuerdas con tu abuelo en la casa de Malvaloca en Sevilla?). Has sido afortunado al tenerlos como padres.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Se ve que los conocías bien, amig@ anónim@ ... Que nos conocías bien a todos :) ... ¿Quien eres? ... Gracias por tus recuerdos. No tienen precio para mi :)

      Eliminar
  17. Una tarde de "vajón" que quise compartir con maite y contigo, me contaste tu historia que no sabía y la verdad que aunque ya te admiraba y lo sabes, en ese momento comprendí de donde te viene la fuerza interior que tienes; de aquella noche. Como me conoces te imaginarás como están mis ojos, solo quiero decirte una cosa "eres mú grande amigo".

    ResponderEliminar
  18. Ofú Mario estas cosas tan íntimas y desgarradoras... no me acostumbro a leerlas en internet (pero en fin...) Para mi si cabe, es tan en primera persona que puedo imaginarme lo que cuentas; precisamente ese año yo era R2 y hacía las guardia en esa observación recién remozada (enladrilladas con rebordes amarillos...). La vida está llena de disgustos,retos y malas sorpresas para todos. Lo único q nos distingue unos de otros es saber evitar más sufrimiento y deterioro del imprescindible y seguir tirando palante con la máxima ilusión de disfrutar intensamente cada minuto de nuestra existencia como el regalo más preciado q puede tener una persona.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias querido Juan. Qué sensación, pensar que en aquella fecha tú estabas allí y puede que incluso nos cruzáramos por algún pasillo...

      Un fuerte abrazo...

      Eliminar
  19. Touché, mon amí. Un nudo en la garganta; no te digo más.

    Abrazo

    ResponderEliminar
  20. Hola Mario,
    Tu relato es de una grandísima sensibilidad y te describe perfectamente. Te diría que para los que te conocemos, esto no constituye sorpresa alguna y de algún modo te engrandece un poquito más (cosa por cierto no muy difícil...). No tuve el placer de conocer a tu madre pero si a tu padre y que suerte la tuya. Te parecerá una tontería pero sigo manteniendo con mucho cariño aquella botella de vino que me regaló tu padre cuando le conocí. Espero que el destino sólo te depare mucho y bueno que es lo que mereces sin lugar a dudas. Un fuerte abrazo amigo,

    ResponderEliminar
  21. Daniel Martín Sánchez28 de febrero de 2012, 22:44

    ¡¡¡Vaya tela, primo!!!, cuando me diste la dirección de tu blog el sábado, me podia esperar cualquier cosa en el, menos este relato. Acabas de recordarme uno de los peores momentos de mi vida, ¡Dios! cuantas veces he pensado también en aquellos momentos...¿por qué? mi "Tita"...¡que digo mi tita, mi segunda madre!. Aunque nunca te lo he dicho, siempre he admirado tu entereza ante la adversidad, y como he vivido, desgraciadamente tantos momentos de esos a tu lado, no dejas de ser un referente para mí en ese aspecto. ¡Coño! de donde sacas esa fuerza...Un beso, siempre me tendrás ahí para lo que quieras.

    ResponderEliminar
  22. Leyendo ésto me acuerdo de mi padre...bellisima persona.
    Gracias por la publicación.Fuensanta

    ResponderEliminar
  23. Hace casi 7 años que no digo ¡ hola papá !, pero cuando leía me parecía que era agosto del 2005 y entraba en su habitación del hospital y.........
    Muy fuerte Mario.

    Un salu2.

    ResponderEliminar
  24. Es increíble como en segundos te das cuenta de tanto...la verdad no me esperaba este relato y me ha llegado muy adentro.Mi padre fue operado tres veces por corazón y cada vez que ingresaba le decía a mi abuelo que se iba a Cadiz de vacaciones..para no disgustar a su padre..increíble eso me ha hecho siempre pensar en lo especial que es mi padre y tengo la suerte de tenerlo.Me ha emocionado mucho tu historia...yo también te felicito

    ResponderEliminar